1. Juego y mimos: la clave de la felicidad felina
Para que un gato sea feliz, necesita tres cosas fundamentales: comer, descansar y jugar. Estas actividades no solo les proporcionan placer, sino que también estimulan la liberación de hormonas de la felicidad. Aunque muchos creen que los gatos adultos ya no juegan, esto no es cierto. Con el estímulo adecuado, incluso los gatos mayores disfrutan del juego. La clave está en encontrar el "objetivo de caza" que despierte su instinto natural.Cuando juegues con tu gato, dedica tiempo exclusivamente para él. Los gatos detectan enseguida si su humano no les presta atención o juega sin ganas. Un juguete casero muy fácil de hacer es un huevo sorpresa de plástico (como los de los huevos Kinder), rellenándolo con arroz u otros materiales crujientes. Su sonido y movimiento lo convierten en un entretenimiento irresistible.
Si tu gato tiende a ganar peso, una buena opción son las bolas de comida interactivas. Estas permiten colocar parte de su ración de pienso seco en su interior, obligándole a moverse y a esforzarse para obtener más comida. ¡Una forma divertida y efectiva de mantenerlo activo y feliz!
2. Amistad y compañeros de juego
A diferencia de lo que muchos creen, los gatos no son animales solitarios. Necesitan contacto con otros gatos y, cuando viven en interiores sin compañía felina, suelen echar en falta un compañero. Solo en casos excepcionales un gato prefiere la soledad, generalmente debido a experiencias negativas o a una falta de socialización en sus primeros meses de vida. Sin embargo, incluso los gatos más independientes pueden llegar a aceptar y disfrutar la compañía de otro felino. Cuando dos gatos se llevan bien, se acicalan mutuamente, duermen juntos y juegan como lo harían dos cachorros. Esto les permite llevar una vida más plena y feliz, especialmente si tienen la oportunidad de convivir con dos, tres o incluso más compañeros. Eso sí, la compatibilidad es clave. Los gatos tienen personalidades marcadas y expresan claramente si alguien les cae bien o no. Por eso, si estás pensando en introducir un nuevo compañero felino en casa, es importante hacerlo con paciencia y respetando los tiempos de adaptación de cada uno.
3. El aroma adecuado para hacer a tu gato feliz
Los gatos que salen al exterior viven en un mundo lleno de olores: las marcas de otros animales, el aroma de las flores y las hierbas, o el rastro de sus presas. Todo esto forma parte de su universo sensorial y les proporciona estímulos que los hacen felices. Para los gatos de interior, es importante ofrecerles experiencias olfativas similares. Puedes utilizar almohadas rellenas de hierba gatera o valeriana, así como pequeños regalos naturales como piñas, hojas, trozos de madera, ramos de flores no tóxicos o incluso hierbas de cocina. Un truco sencillo es dejar que huela la bolsa de la compra después de llegar a casa. Estimular su olfato es una forma sencilla de hacer a tu gato feliz, manteniéndolo entretenido y reduciendo el aburrimiento.
4. Relación con las personas
No hay nada que haga más feliz a un gato que acurrucarse en el sofá junto a su dueño y demostrar su bienestar con un ronroneo. Las caricias suaves y los momentos de atención fortalecen el vínculo y les dan seguridad. A los gatos les encanta recibir afecto y solo son realmente felices cuando sienten que su humano les dedica tiempo de calidad. Si quieres hacer a tu gato feliz, dedica momentos cada día para acariciarlo, jugar con él y respetar su espacio. Entender su lenguaje corporal y responder a sus necesidades emocionales hará que vuestra relación sea más fuerte y armoniosa.
